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Ibarlucea

Se localiza en el encuentro de dos escalas muy disímiles de transporte: la territorial y la local. En la primera, se constituye un entorno muy marcado por grandes infraestructuras que la hacen partícipe de un tránsito pasante de gran escala, incluido una notable participación de camiones con destinos alternativos. Por otro lado, al tratarse de una localidad de pequeña escala con una estructuración interna acorde (con dominancia de usos residenciales-recreativos y lógicas de distribución geométrica pertinentes con bajas velocidades) provoca una interfase entre ambas escalas de circulación que evidencia un conflicto notable.

En términos de infraestructura de conectividad, la localidad se encuentra atravesada por las vías del Ferrocarril Gral. Manuel Belgrano y por la ruta nacional Nº 34 y la ruta provincial Nº 34-s. El crecimiento de la comuna, que ha incrementado su área urbana de manera dispersa en toda la jurisdicción con el desarrollo de diferentes barrios cerrados y abiertos, ocasiona problemas de conectividad y movilidad. No existe conexión con los canales Urquiza e Ibarlucea, lo que impide el contacto y disfrute de la población de situaciones paisajísticas naturales de gran potencial.

El desvío de la ruta nacional Nº 34 (curva que preserva el núcleo fundacional) ofrece un cierto resguardo a los usos circulatorios dentro del casco original de la localidad, pero el cruce con la ruta provincial Nº 34-s produce dinámicas de vialidad en territorio abierto con los peligros implícitos en este tipo de resoluciones. Es de destacar que la ruta provincial Nº34-s tiene un vínculo medianamente aceptable hacia el este, eje que propicia la expansión de la localidad en los últimos desarrollos y se conecta con Granadero Baigorria. Acorde a esta infraestructura y su progresiva importancia, la Avenida 25 de Mayo deberá dar cuenta de un diseño acorde a los usos que se disponen en su desarrollo, de un modo efectivo o incipiente. En contraste con esto, es característico de este trazado su pobre constitución hacia el oeste/sur, que ofrece una alternativa de escaso atractivo (por su sinuosidad y escaso nivel de consolidación) para conectar el pueblo con el resto del Cuadrante Oeste, y exacerba su dependencia funcional con Rosario y/o Granadero Baigorria.

La escasa “masa crítica” de la localidad conspira contra una segregación interna de modos de movilidad, debido al bajo número de viajes que implicaría una división de cada tipo de vehículo en un espacio circulatorio común con escasa utilización, lo que redunda en una atención primordial en la segregación de ingresos de camiones hacia la parte más consolidada de la urbanización. El problema central de la localidad radica en segregar la movilidad interna de la circulación de gran escala pasante.


Objetivo general

Organizar el transporte de cargas y de pasajeros para no interferir usos que deben permanecer segregados.


Actuaciones propuestas

La disposición urbanística de esta localidad no propicia la constitución de circuitos diferenciados según el modo de movilidad. Por lo tanto, el objetivo fundamental a cumplir aquí radica en la más eficiente segregación de los flujos circulatorios del transporte de pasajeros y el transporte de cargas. La curva constituida en la ruta nacional N° 34 habilita un tratamiento diferenciado hacia el Sur de esta gran infraestructura hasta llegar a Rosario (y su continuidad vía Av. J. Granel), sumado a la vinculación este que la ruta provincial N° 34-S genera para desviar tránsito pesado de zonas residenciales. Las operaciones por desarrollar son:

.  Articulación intercomunal.

.  Consolidación del eje Rosario-Ibarlucea.

.  Canalización del transporte de cargas.

.  Inclusión de vías para el transporte particular motorizado y no motorizado.


Escala Local