Es abordado conjugando la escala metropolitana con la escala local. Se promueve la construcción de los planes urbanos locales, como proyectos urbanísticos deseados y posibles de transformación, incitando la colaboración entre núcleos urbanos vecinos cuyas potencialidades y problemáticas son compartidas en un plano supramunicipal. El plan metropolitano, sintetizado en las 7 Directrices de Ordenamiento Territorial, se consolida con la suma del conjunto de estrategias urbanas, plasmadas en los PUL. Cada PUL asume así la responsabilidad de reconocer, perfeccionar y consolidar el plan metropolitano, definiendo cuestiones relevantes como: el ordenamiento del suelo urbano y rural y la extensión de las plantas urbanas, la definición del suelo periurbano, las cuestiones ambientales, la protección del paisaje y el patrimonio construido, la movilidad y conectividad, los espacios para la producción y servicios y la provisión de infraestructura; también, la identificación de proyectos especiales y la definición de políticas de desarrollo de las áreas de completamiento y expansión urbana de cada localidad.
Para asumir estas definiciones se plantea en forma simultánea el “Plan Integral de Suelo, Vivienda y Servicios para el AMR”, partiendo de un análisis pormenorizado del déficit habitacional (cuantitativo y cualitativo), para dimensionar los programas de vivienda e identificar sus potenciales destinatarios, profundizando e integrando particularmente la problemática de provisión suelo, construcción de infraestructuras y servicios y la incorporación de la vivienda social.
En el plano normativo se desarrollan legislaciones, a nivel metropolitano, sobre ejes centrales de particular interés, y se asiste a las localidades en la elaboración y redacción de propuestas normativas locales necesarias para instrumentar los PUL.
Otro aspecto fundamental en el Ordenamiento Territorial es el abordaje de la relación entre los centros urbanos y el territorio rural que los circunda estableciendo una categoría intermedia: el suelo periurbano. Con la asistencia técnica del INTA y la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario y la articulación con los ministerios de Medio Ambiente y Producción de la Provincia de Santa Fe, se pretende desarrollar un accionar específico de contención de los procesos expansivos de los centros urbanos y fomento de la base productiva local. También de reconstrucción de los límites de los núcleos urbanos con una perspectiva paisajística y ambiental. Estas definiciones se incorporan a su vez en los Planes Urbanos Locales.
Esto implica garantizar las siguientes acciones: a) Demarcación en cada comuna y/o municipio del territorio periurbano según la visualización de la realidad local, con la clasificación y catalogación de las parcelas periurbanas; b) Identificación de las problemáticas hídricas y clasificación del suelo en función de posible impacto hídrico; c) Propuesta de un plan de mejoras (accesibilidad, iluminación y forestación) en el territorio periurbano; d) Definición de un Programa de Usos del Suelo Periurbano; y e) Aplicación de un sistema de incentivos para los propietarios y/o productores que se acojan al programa.